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(‘The Duchess’) Película ambientada en el siglo XVIII, con una historia que gira en torno a la glamurosa Georgiana Spencer, la mujer más hermosa y fascinante de su época. Adorada por el pueblo, su belleza y su carisma le forjó un nombre con letras de oro en la Historia, pero las mieles del amor siempre se le escaparon. Casada demasiado joven (a los dieciséis años) con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire -un sombrío Ralph Fiennes-, mayor que ella, fue confidente íntima de ministros y la Casa Real, icono de la moda, apasionada y entregada madre e influyente política para el partido liberal, sin embargo, en el núcleo de su historia estará siempre la desesperada búsqueda de un amor y afecto, desde un apasionado pero fatídico romance extramatrimonial hasta el complicado triángulo amoroso con su marido y su mejor amiga, que nunca logrará alcanzar. Adulterio, celos, infidelidades en una sociedad que esconde su hipocresía bajo pelucas y miriñaques.

Relato palaciego de pasiones encontradas y conspiraciones políticas interpretado en su figura principal por una actriz, Keira Knightley, experta ya en películas de época, y que bajo una sólida ambientación nos trae a una mujer, para entendernos, más escandalosa y más rebelde que Sarah Ferguson y el príncipe Harry juntos, que logra la implicación del espectador en su particular drama (casada por poderes, violada hasta engendrar un varón, obligada a tolerar a una amante sentada a su propia mesa y a abandonar a una hija nacida fuera de su matrimonio) pero sin recurrir a la lágrima fácil, en una película que jamás pierde el decoro ni raya su formal compostura de cine bien elaborado con una interpretación verdaderamente magnífica de Fiennes pero, sobre todo, de Knightley que se desprende por fin de su condición de deseo sexual de generaciones jóvenes para erigirse en una actriz futura digna de todo respeto. El vestuario, los peinados, y la ambientación en general de la época son verdaderamente espectaculares, trabajo de un esfuerzo encomiable que a bien tuvo traerles una estatuilla en el último certamen de los Oscar, pero es que a todo ello se suma el silencioso paralelismo de su figura principal, una joven duquesa atrapada en un matrimonio imposible, con figuras mucho más contemporáneas (Ladi Di, no en valde parientes y utilizada como reclamo en la promoción de la cinta) que aportan ese sentimiento universal necesario para trascender las estrictas formalidades del género de cine histórico.

Lo mejor: No es que el vestuario, maquillaje, peluquería… sea simplemente sensacional, es que solo por esto merece la pena acercarse al cine para además contemplar la grandiosidad de unos paisajes ingleses maravillosos con sus esplendidos y bellos palacios… su noble mobiliario… los magníficos objetos decorativos… que enmarcan una acción donde todos los detalles están tratados con un mimo y gusto exquisito. Te complacerá también por lo cuidado y detallado de su forma (música, montaje…) en una buena lección de Historia con un claro mensaje: El dinero no da la felicidad.

Lo peor: Quizá puede resultar excesivamente larga si no eres fan del género y algunos personajes quedan demasiado planos en la historia reduciéndose a un simple maniqueísmo en pantalla, demasiado encasillados en sus respectivos roles sociales. Aunque lo más grave es que salvo pequeños esbozos psicológicos de los protagonistas desparramados por el metraje, el guión no profundiza en su desarrollo lo que habría aportado mayor realismo e intensidad a cada uno de los personajes y la película hubiera trascendido alcanzado cotas más altas.

Ficha técnica:

Director: Saul Dibb.
Guión: Jeffrey Hatcher, Anders Thomas Jensen. (Basada en la novela de Amanda Foreman.)
Productor: Gabriella Tana, Michael Kuhn.
País: USA, Reino Unido.
Reparto: Keira Knightley, Ralph Fiennes, Charlotte Rampling, Dominic Cooper, Hayley Atwell.
Género: Drama histórico.
Fotografía: Gyula Pados.
Música: Rachel Portman.
Montaje: Masahiro Hirakubo.
Vestuario: Michael O’Connor.
Maquillaje: Daniel Phillips, Jan Archibald (peluquería).
Duración: 110 minutos.

Puntuación: (3/5 ***)

Curiosidades:

–Ganadora del Oscar a mejor vestuario y nominada a otros premios de arte. En los Globos de Oro, Ralph Fiennes optó a un galardón como mejor actor dramático.

–Común linaje aristocrático con la malograda Diana de Gales. (Georgiana Spencer fue hermana de un ancestro de Ladi Di.) Georgiana fue realmente una mujer transgresora y amada por su pueblo, aunque repudiada por los círculos aristocráticos reacios al cambio social. No hay duda que Diana se hubiera sentido identificada con este filme de claro ejemplo de que la Historia parece estar condenada a repetirse cada cierto tiempo.

-La actriz Keira Knightley le ha cogido el gusto a encorsetarse, ya sea a través de (hasta la fecha) famosa trilogía de ‘Piratas del Caribe’, interpretando a Ginebra en la extraordinaria ‘El Rey Arturo’ o, sobre todo, a través de adaptaciones de dramas de época. Tras ‘Orgullo y Prejuicio’ le siguieron títulos de calidad irregular como ‘Seda o Expiación: Más allá de la pasión’, y parece ser que el año que viene la joven actriz nominada al Oscar por la Academia en 2006 piensa dar vida al clásico de Bernad Shaw que ya llevara a la gran pantalla George Cukor bajo el título de ‘My Fair Lady’.

ALTERNATIVA Si lo que quieres este fin de semana es agradar a tu chico: ‘Fast & Furious. Aún más rápido’.

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