Le llamas cada noche por teléfono para saber dónde está, qué hace y también con quién. Revisas su correo electrónico y los SMS que ha recibido cada semana. Dejas de lado a tus amigas porque el sábado prefieres tener una cita con él. Tal vez consideres que estos hábitos entran dentro de lo que se pueda considerar normal pero, muy por el contrario, todos los síntomas indican que hay de por medio una dependencia emocional.
La dependencia emocional es un trastorno de personalidad, un trastorno adictivo que nos impide imaginar nuestra vida si él no está. Tenemos un vacío que pretendemos llenar con su presencia. Necesitamos a la otra persona, y tememos perderle y caer en las consecuencias de la soledad.
Una de cada diez personas lo sufre, así que ni eres un caso aislado ni estás sola. Quienes padecen esta adicción buscan rápidamente una pareja y, cuando la tienen, se mueren de celos y su vida gira única y exclusivamente en torno a él. Sienten una gran incapacidad por poner fin a la relación aún cuando ésta no tenga solución, y por miedos e inseguridades siempre hacen preguntas tales como ¿me amas?
El dependiente necesita a su pareja para sentirse eficaz y seguro de sí mismo; sin ella, no podría.
Necesitan desesperadamente tener pareja, y rechazan el concepto de la soledad. Su baja autoestima motiva a que busquen la aprobación de los demás. En vez de decir «no», eligen posicionar como prioridad los deseos de su pareja.
Quien tiene una adicción tan fuerte por otra persona, necesita constantemente que le confirme sus sentimientos hacia ella, y aún así teme que algún día le pueda abandonar. Todo lo que hace, lo hace con su consentimiento; investiga constantemente las actividades de la otra persona, y evita a toda costa cualquier tipo de confrontación, intentando satisfacer al otro como buenamente pueda.
Estas relaciones, lejos de ser sanas, son adictivas y obsesivas, y como consecuencia la persona pierde su identidad y opta por vivir exclusivamente para él.
Sin ti me muero, y sin ti no tengo valor. Te quiero porque te necesito; sin ti no podría vivir.
¿Existe una salida? Por supuesto que la hay. Haz actividades por tu cuenta y fíjate en cómo, a pesar de no pasar las 24 horas junto a él, sigue queriéndote y estando contigo. Participa en talleres de autoestima y toma decisiones por ti misma; verás cómo puedes encontrar las soluciones.
Y, sobre todo, la solución está en ti. Ya lo demostraba el final de la película española Diario de una Ninfómana, cuando la protagonista por fin aprendió que si buscaba a ese alguien especial, era para obtener a cambio autoestima y cariño, pero que lo que debía hacer en realidad era vivir.
IMÁGENES: Flickr
POR: Irene Solaz Velázquez

que puedo hacer con mi pareja de 15 anos q ultimamente despues de 2 DWI le dio por jugar compulsivamente al grado de gastarse todo su cheq sin pensar en los gastos de la casa ni en los ninos,me miente ha llegado a empenar mis joyas sin decirme nada cada vez q hace algo mal y lo confronto se enfada y me dice q el y yo no la hacemos juntos sigue tomando y manejando sin importar arriesgar su status migratorio, y cada vez q se enoja nome habla x semanas y no me da para el gasto ni siquiera pregunta x los ninos aunq siempre dice q somos lo unico q tiene y que nos quiere mucho pero no le creo nada tiene 39 anos y se comporta como unos de18