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Una vez terminado el período vacacional, nos encontramos con el gran dilema: ¿cómo puedo restaurar el brillo, la elasticidad y la suavidad de mi cabello? La verdad es que estos días fuera de casa no nos permiten aplicar las cremas o productos de belleza que usamos con frecuencia y, claro, se nota.

Playa, viajes, viento, piscinas y/o apartarnos de la rutina diaria hacen que no prestemos la atención debida a nuestro cabello y, poco a poco, va perdiendo aquellas características de las que estábamos tan orgullosas, quedando mate, reseco, difícil de peinar o perdiendo su color habitual.

Vamos a darte unas recomendaciones básicas para tratarlo teniendo en cuenta la naturaleza de tu pelo. Además de utilizar mascarillas, cremas hidratantes y nutritivas, así como aceites, procura que los productos que adquieras contengan estos ingredientes:

Pelo seco
Si tu pelo es seco, débil y sin volumen, aplícate una crema de almendras dulces que te irá muy bien por su gran cantidad de aceite. Para las raíces utiliza avena y germen de trigo serán los ingredientes adecuados.

Pelo graso
Los productos a escoger serán los derivados del abedul, hiedra o enebro. El abedul es desinfectante y evita la inflamación del cuero cabelludo. El enebro o la hiedra detienen la secreción sebácea.

Pelo con caspa
Busca productos que contengan aquilea que favorece la circulación. El lúpulo, utilizado para dar sabor amargo a la cerveza, también es excelente para tratar la caspa y dar volumen y brillo al cabello.

Pelo teñido o permanentado
El cártamo favorece la elasticidad y brillo del pelo por sus ácidos grasos esenciales. La jojoba revitaliza los cabellos y previene que las puntas se abran.

Breves consejos:

Los especialistas aconsejan que los productos que utilices para tu pelo no lleven muchos alcoholes ya que pueden causar irritaciones, afectar al cuero cabelludo e incluso producir caspa.

Procura no abusar del secador. El verano es una buena estación para dejar que tu cabello se seque al sol y al viento. Si necesitas usar el secador por la rapidez, activa el aire frío y evita aplicarlo muy cerca del cabello (menos de quince centímetros).

Córtate el pelo después del verano o, como mínimo las puntas.

Cepíllate el pelo un ratito cada día.

Después de lavarte el pelo (champú, acondicionador, etc.) aplícate un último aclarado con agua fría.

Un acondicionador natural es el aguacate, rico en vitaminas A y E, aceites naturales y proteínas. Si mezclamos medio aguacate (sin hueso) con una cucharadita de aceite de oliva y una yema de huevo, tendremos un magnífico y nutriente acondicionador.

No olvides que el profesional podrá aconsejarte para restablecer la belleza de tu pelo, teniendo siempre en cuenta las características del mismo y tus necesidades.

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